escenario del marco inigualable del teatro Romano de Mérida.
De verdad que estoy sin palabras, de todos es sabida mi debilidad por la vallisoletana, pero en este caso me baso en los minutos y minutos de gente rendida a sus pies que al unísono se puso a vitorearla en pie sin dejarla irse tras la representación hasta que no nos obsequió con unas palabras.
Se que va a hacer gira por España, y sólo os digo que, si está en vuestras manos, no os la perdáis, es un papel que la consagra como grande de los escenarios y desde aquí preveo premios para ella.
En el terreno de lo personal os diré que la lleve el ramo obligado en mi mundo de adoración a mis divas, que me siento súper orgulloso de haberla elegido como ídolo, porque con sus altibajos (bastante más altis que bajos) me esta dando una vida llena de grandes momentos (creo que, hasta el momento, el más grande es este último). Y que lo compartí todo esto con mi mamá y con Dani ¿que más se puede pedir?
A estos dos últimos no puedo esta más que agradecido de verdad por esta mini escapada a Mérida en la que hemos comido en la famosa Torya de Trujillo, hemos visitado las ruinas de la antigua Augusta Emerita, hemos gozado como enanos de la tragedia en tan buen lugar, y hemos pasado un tiempo realmente agradable en estos dos días, que gusto da viajar cuando la compañía es buena.
Por cierto, Mérida es otra cosa que os recomiendo encarecidamente, es un lugar precioso al que no os arrepentiréis de ir, y si aprovecháis y veis alguna obra en su espectacular teatro ya ni os cuento.
Y poco más, escribir entradas como esta es lo que da sentido a este blog y a mi vida, disfrutar de momentos únicos en buena compañía hace que esta vida sea feliz y divertida, y, por suerte, es la que estoy viviendo.
Os dejo un video de sus palabras y mi entrega de ramo. Pincha aquí para ver las fotos
Besos Conchasvelasquistas